Llevo ya casi tres meses en Frankfurt trabajando para Nintendo como game tester de localización. La parte de asentarme y hacerme a la vida alemana se desarrolla con altibajos, pero me he adaptado sin ningún problema al trabajo.
En la primera semana de formación me explicaron las sutilezas administrativas propias de la empresa y, sobre todo, en qué consistía mi nuevo trabajo. Dado que ya había leído artículos varios sobre esta profesión, no esperaba pasarme el día entero jugando, así que tampoco me llevé sustos o decepciones.
¿Y en qué consiste? El objetivo fundamental es conseguir un producto de calidad en todo lo tocante a la versión en castellano, aunque cualquier problema de otro tipo que se detecte ha de ser comunicado también. De forma resumida, los testers revisamos los textos traducidos, comprobamos que cada cadena de texto se encuentre en el juego y en su lugar correspondiente, que se respeten las directrices de la empresa y que haya uniformidad en el lenguaje.
Es un trabajo que requiere concentración y observación, con lo que puede resultar bastante agotador. Porque no es lo mismo estar en el sofá jugando varias horas a algo que apetece y gusta que tener que repetir escenarios decenas de veces para comprobar que todo está en su sitio y que no se han generado nuevos problemas de una versión a otra. Y, por supuesto, el juego del que te estés encargando no necesariamente va a gustarte. Un factor de cansancio añadido en nuestro caso es el testeo de juegos para Nintendo 3DS debido al modo 3D, ya que la vista se resiente todavía más.
Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, el trabajo es gratificante. A todos los que nos gustan las lenguas y mimamos la nuestra propia nos encanta corregir un error y contemplar con expresión beatífica un texto bien escrito sabiendo que montones de personas lo disfrutarán (aunque de manera inconsciente) después.
Otra cosa que me encanta es el trabajo en equipo. Mis compañeros españoles me han ayudado muchísimo desde el primer momento y trabajamos bien juntos. Pero tampoco estamos aislados trabajando única y exclusivamente entre nosotros y con nuestra lengua; tenemos que colaborar con los demás equipos de localización, porque un problema existente en castellano, como puede ser una frase ambigua en un determinado contexto, puede darse también en otro idioma, ya que los traductores no siempre tienen acceso a toda la información y somos nosotros quienes manejamos el que se encamina a ser texto definitivo en el medio que le llegará al usuario final.
Y luego están esas otras cosillas que te hacen feliz: el mercadillo de merchandising, la presentación de la WiiU en la entrada del edificio... ;)
Estas son mis primeras impresiones tras tres meses (todavía me quedan otros tres más de período de prueba que espero que lleguen a buen puerto).